Después de una temporada centrado en el ciclismo en ruta, el gusanillo de retomar mis orígenes ciclistas me llevó a intentar completar una de las rutas de montaña más espectaculares y exigentes que he hecho hasta la fecha, la Pulmon Tour (ver web) que te adentra en los valles de Cabuérniga, Polaciones, Liebana, Saja y Nansa de Cantabria.
Para esta aventura conté con la compañía de Nacho de Papagayo Bike (web y facebook), que viajó desde Lanzarote a sufrir los 170km y 5800 metros de desnivel, en un recorrido surtido de pistas, caminos, senderos, brañas y pedregales varios.
Comienza la Aventura Pulmon Tour
En una templada mañana de un dos de julio comienza la primera de las tres etapas de Pulmón Tour, que nos presentaba como recorrido un duro trayecto entre Cabuerniga y Pejanda.
“La primera etapa consta de 68 kilómetros de longitud, 2300 metros de desnivel acumulado y algún tramo técnico con bajadas realmente rápidas.”
Tomamos la salida pasadas las 11 de la mañana desde Ruente desde North Spain Mountain Biking, dejamos el coche en el aparcamiento, alquilamos una bici para Nacho en North Spain Mountain Biking (la tienda de Alex –facebook-). Cano y Mariano autores de Pulmon Tour, nos dieron las instrucciones más importantes de cara a la ruta y los tramos donde debíamos prestar especial cuidado.
Los primeros kilómetros nos vinieron muy bien para ir calentando las pierna s antes de salir de la carretera comarcal y pasar la primera subida del día, dos duros kilómetros hormigonados para llegar al sendero de Llendemonzo, un tramo muy técnico pero ciclable gracias a la ausencia de lluvia de los días previos. Este divertido sendero nos conduciría hasta Correpoco y a poco más de una hora de la parada para comer en Los Tojos, población a la que llegaríamos no sin antes lidiar con los dos kilómetros de subida por una serie de zig-zag de asfalto empinado.
Llegó el momento de avituallarse en La Bolera y un buen plato de pasta, pollo frito y quesada pasiega constituirían la gasolina para afrontar la parte más dura de la etapa.»
Después de comer iniciamos la ascensión a venta vieja, casi dos horas de subida que nos dejaría a los pies de la venta Tajahierro, punto en el que tomaríamos caminó hacia la cota más alta del día, Collado de Sejos.
Nos esperaba una ascensión de unos 8 kilómetros para llegar primero a Rumaceo y después otro tramo de subida adicional para coronar Sejos. Justo antes de acabar el primer tramo ascendente comenzó a despejar el cielo y la horrible bruma que nos acompañó en Venta Vieja se fue para el resto de la Pulmón Tour.
Es difícil describir el espectáculo paisajistico que nos ofrece la subida a Sejos, por momento te sientes en un peldaño más alto, capaz de ver a decenas de kilómetros de distancia tan increíble paisaje. Las imágenes superan con creces las palabras y cualquier adjetivo es insuficiente. Aquí podréis encontrar una galería de esta parte de la ruta.
Una vez llegado a Sejos, nos tocaba tomar una pista descendente muy rápida hacia Uznayo, población que nos dejaría muy cerca del final de etapa, Pejanda, donde nos esperaba Enrique en casa Molleda para darnos la bienvenida, servirnos una buena cena y un cobijo excepcional.
Segundo dia de Pulmon Tour
Después de una cena para recargar pilas y un sueñecito reparador, tocaba prepararse para afrontar posiblemente la etapa más dura de todas. La que nos llevaría de Pejanda a Tama (Liébana).
“En esta segunda etapa nos enfrentábamos a 52 kilómetros con 1500 metros de desnivel con la principal dificultad de un terreno muy técnico.”
Comenzamos el día con un buen desayuno en Casa Molleda donde la señora Madre de Enrique nos deleitó con unos buenos cafés, zumos y dos cestos de pan de hogaza horneado al cual añadiríamos una buena dosis de mermelada casera.
Preparamos las bicis, recogimos los equipajes y comenzamos la ascensión al puerto de PiedrasLuengas (1355m). En el trayecto pudimos tomar algunas fotografías en los diferentes miradores que nos mostraban el paisaje lebaniego en su esplendor.
Al cabo de una hora aproximadamente, llegamos a la cima del puerto donde se acabaría el aburrido asfalto y llegaría el terreno del Rock&Roll, pistas, caminos, senderos, bosques, brañas, trialeras, helechales. Esta etapa tenía de todo tipo de terreno imaginable para hacer las delicias de cualquier biker.
El primer tramo fuera de carretera era la subida a Collada Espina a través de un bosque muy húmedo, el fangal era monumental. Pudimos comprobarlo al hundir nuestras ruedas y zapatillas en las pozas negras que allí había.
Una vez superada esta zona llegamos cerca de Casavegas donde paramos a comer, eran ya casi las dos de la tarde y los bocadillos que nos prepararon en la Posada nos vinieron de cine. Continuaríamos sin perder mucho tiempo hacia la Collada de Camponuera pasando previamente por unos invernales llenos de ganado que nos enseñaban la dura rampa de subida a la Collada dejando el pueblo de Caloca a la derecha.
Tras subir a Camponuera y encontrarnos con un amigo espontáneo muy juguetón, tocaba una pequeña pero divertida bajada por monte a través en la que pudimos divertirnos de lo lindo, la tija telescópica me vino como anillo al dedo para serpentear por los recovecos del sendero.
Todo lo que sube, baja y viceversa. Después de pasarlo bien en el tramo de bajada nos enfrentábamos a la subida al Collado de Salces, ya con cierta carga en las piernas, sofocados de los 38 grados de calor y nos quedaba lo más duro… Más de una hora empujando la bici en un tramo en el que montarse y no en la bici era lo mismo. Nos amenizaron la pateada una manada de caballos que insistió en acompañarnos camino de Tudes, hasta que se aburrieron de nosotros y cambiaron el rumbo de vuelta a la montaña.
Después de un rato de portear la bicicleta encontramos una zona más ciclable y pudimos divertirnos por un singletrail de esos que te dejan la marca del sillín en el culotte para dar por fin con la pista que nos conduciría a Tudes. Una bajada rápida, de pista en ocasiones rota y que a veces se transformaba en un sendero para llegar desde arriba al pueblo. En este punto de la ruta la bicicleta de Nacho empezaría a protestar al quedarse sin pastillas de freno y el ruido más que un chillido era un lamento al rozar el disco con la chapa metálica, necesitaban una parada para enfriar y poner unas nuevas pastillas para acabar la ruta al día siguiente.
En Tudes paramos para enfriar las pastillas y tomar un refrigerio en la Taberna del Inglés donde pudimos degustar unas deliciosas tartas, unos frutos secos y Nacho alguna que otra cervecita, con el convencimiento de que la bajada a Potes sería ya “Pan Comido”.
La sorpresa que nos esperaba era mayúscula y al poco de salir de Tudes tomamos dirección a Porcieda un pueblecito deshabitado al cual llegaríamos por sendero y dejaríamos por más sendero con una bajada divertida hasta llegar al mismo Potes.
Aterrizamos en Casa Fofi-El Corcal donde tocaba hacer noche y descansar, no sin antes dar una vuelta por el centro de Liébana y tomarnos algo fresquito para variar.
Ultimo dia de Pulmon Tour
Dicen que todo lo bueno, se acaba, y que cierto es. Llevamos dos días dando pedales, empujando y disfrutando de la montaña y nos parece que ya somos un objeto más del paisaje. ¡Qué bien lo estamos pasando!
«Último día, última etapa, 52 kilómetros y 2100 metros de desnivel acumulado»
Amanecemos temprano conscientes de que emprenderemos el viaje para terminar la aventura. Hasta el momento solamente el incidente de los frenos de Nacho era lo que nos había asaltado y después de desayunar consistentemente en el buffet del hotel El Corcal, comenzamos las gestiones para reponer dos juegos de pastillas para la JEKILL de mi compañero.
Javier de Guiatrek nos echó un cable, tuvimos suerte y tenía dos juegos de pastillas del modelo que necesitábamos para poder continuar y nos ayudó a cambiarlas y ajustar los frenos para que Nacho pudiera rodar.
Antes de partir, pasamos a despedirnos de Chucho que nos invitó a un café y bizcocho de esos a los que no puedes decir que no.
A eso de las 11 del jueves comenzamos la última etapa de la Pulmon Tour y aunque el perfil sabía que era duro, amenazador, intimidador no pensé que pudiera desgastar tanto, pero claro, en los perfiles no indica el tipo de terreno de las cuestas.
La primera subida, la de Collado de Pasaneo que lleva a Braña los Tejos es una subida de unos 4 kilómetros de asfalto seguido de otros 6 kilómetros de pista, que aunque en buen estado al principio, empeora a medida que pasan los minutos hasta llegar a marcar casi el 30% de pendiente en algunos tramos.
Llegados a este punto, mi compañero, que empujaba con ahínco e ilusión empezó a acusar el sobreesfuerzo de días anteriores. Nos tomamos con mucha calma la subida, el objetivo era terminar la ruta y llegar sanos y salvos. Tras algo más de dos horas llegamos a Braña Los Tejos y allí aprovechamos para comer algo antes de comenzar el descenso, un largo y duro descenso hasta Quintanilla. La pista de bajada aun no excesivamente técnica, era tremendamente agotadora, demasiada piedra suelta, terreno seco con propensión a deslizar la bicicleta y curvas muy cerradas de 180 grados que aun con las ruedas bloqueadas dejaban a la bici moverse a su antojo.
A mitad de bajada y con los dedos, manos, brazos y hombros entumecidos Nacho pinchó la rueda trasera con una piedra en una zona realmente rota. Procedimos a desmontar la rueda, cambiar la cámara y continuar el descenso hasta Quintanilla-Lamasón. Eran más de las tres de la tarde y veía que mi compi estaba muy cansado y no le veía disfrutar, sino sufrir.
Llegados a Quintanilla, tomamos la decisión de practicar el montañerismo que es el Compañerismo en la Montaña y dar a cada cual lo que necesitaba. Nacho necesitaba reponer fuerzas y descansar las piernas así que faltando 30 kilómetros para terminar decidimos que me en solitario terminaría la ruta para ir a recoger el coche y volver a por mi compi, mientras tanto el repondría energías en Quitanilla-Lamasón.
Y así fue, tomé camino de Puentenansa por Ozalba, camino de sobra conocido para luego enfrentarme al hormigón de MonteAA y llegar a Ruente una hora después. Allí esperaban Alex y Mariano con los que tomé un refresco antes de coger el coche y volver a recoger a mi compañero que estaría esperando mientras se avituallaba y descansaba. Una vez en Quintanilla, Nacho me esperaba en la salida del pueblo, había bajado al rio a desprenderse del barro para no manchar el coche y la verdad es que no reparé en ese detalle pues quería llegar lo antes posible para llevar a Nacho de vuelta y que pudiera recuperarse.
Y tras la experiencia Pulmon Tour
Un día después de haber finalizado la aventura empezamos a asimilar lo que hemos vivido y cómo lo hemos pasado. Tres días de compartir pedales inolvidables, afrontando los momentos más duros siempre con la mejor de las sonrisas y celebrando siempre nuestra llegada al final de etapa con una cerveza fría y un hurra.
Esta ha sido una de esas experiencias que estoy seguro recordaremos durante muchos, muchos años y con la que esta amistad crecerá. Siempre se puede aprender algo de cualquier experiencia y en mi caso no puede ser más positiva, el tesón, paciencia e ilusión que ha puesto mi compañero en hacer la ruta, terminar cada etapa, disfrutar del descanso con un buen refrigerio y seguro que las ganas de repetir son símbolo de la fuerza y optimismo con que hemos de tomarnos la vida.
La sensación de haber participado de una idea, de una ruta, de una ilusión de quien la diseño y ver que lo hizo a conciencia, pensando en el disfrute de los bikers es muy reconfortante. Gracias Gloria, Cano y Mariano por haberos trabajado tanto esta preciosa ruta.
Y como no, Alex, Jorge y todos los chicos de NSMB que han hecho posible que hayamos empezado y terminado la ruta.
Galería con todas las fotos de la ruta (ver todas las fotografías)
Puertos de Sejos
Posada
Bajada de Camponuera
Jekill
Vecino de Pejanda
Puertos de Sejos
Puertos de Sejos
Piedrasluengas
Piedrasluengas
Piedrasluengas
Cenando en Pejanda
Puertos de Sejos
Puertos de Sejos
Panorámica
Puertos de Sejos
Camponuera
Pejanda
Pejanda
Puertos de Sejos
Retrato
Puertos de Sejos
Puertos de Sejos
Piedrasluengas
Bajada de Collado de Salces
Refrescándonos
Comiendo bocatas de Jamón en Camponuera
Bajada de Camponuera
Puertos de Sejos
Puertos de Sejos
Comiendo bocatas de Jamón en Camponuera
Puertos de Sejos
3 Comentarios
Juancar
el 16/07/2013 a las 09:51
Como es posible ,que aún nadie ,comentase aquí ??.
Y lo digo por que Fran y su amigo Nacho ,hicieron una de las rutas en gorda ,mas increíbles de nuestra región ,Cantabria.No todos los días uno esta por los Picos de Europa y el ojo recibe tantas espectaculares vistas que no dan para almacenar en la retina.
Yo,digo que esto hay que hacerlo ,sea en Liebana o en Soba.Pero hay que hacerlo algún día.Hay que vivir experiencias en montes abiertos.
Gracias por comentar Juancar, los comentarios a veces no son rápidos de publicar así que igual es por eso. Lo que dices, la ruta hay que hacerla!
Jesús
el 23/07/2013 a las 08:02
Fran,
espectaculares fotos y no menos espectacular ruta la que habéis hecho. La tengo en el puntero hace tiempo (desde que coincidí con uno de los promotores rodando por Polanco) … algún día seguro me aventuraré 🙂
Saludos y gracias por compartir
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Como es posible ,que aún nadie ,comentase aquí ??.
Y lo digo por que Fran y su amigo Nacho ,hicieron una de las rutas en gorda ,mas increíbles de nuestra región ,Cantabria.No todos los días uno esta por los Picos de Europa y el ojo recibe tantas espectaculares vistas que no dan para almacenar en la retina.
Yo,digo que esto hay que hacerlo ,sea en Liebana o en Soba.Pero hay que hacerlo algún día.Hay que vivir experiencias en montes abiertos.
Gracias por comentar Juancar, los comentarios a veces no son rápidos de publicar así que igual es por eso. Lo que dices, la ruta hay que hacerla!
Fran,
espectaculares fotos y no menos espectacular ruta la que habéis hecho. La tengo en el puntero hace tiempo (desde que coincidí con uno de los promotores rodando por Polanco) … algún día seguro me aventuraré 🙂
Saludos y gracias por compartir