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La experiencia del Electrocardiograma ECG en el Apple Watch

Me gustan mucho los gadgets y el deporte: me declaro culpable de ambas cosas. Cuando una persona practica deporte por salud es aconsejable evaluar los parámetros que indican si el estado de forma y salud general es óptima para la práctica deportiva, en ese aspecto el Apple Watch ha supuesto un gran avance en el control de salud personal.

La versión 6 del Apple Watch además del pulso y la variabilidad de la frecuencia cardiaca, el suelo y la posibilida de hacer electrocardiogramas sinusales, además añade la comprobación periódica de la saturación de oxígeno en sangre. Según rumores la versión 7 podría indicar también el nivel de glucosa en sangre.

Toda esta tecnología como la del Apple Watch está muy bien, pero hay que poder usarla y sacar el partido que merece. En mi caso recientemente he podido comprobar cómo puede ayudarme disponer de esta tecnología. Os cuento esta anécdota ocurrida ayer mismo.

Antecedentes

Practico deporte de fondo, ciclismo en ruta que sin practicarlo a un nivel extenuante, lleva el cuerpo a un umbral de resistencia importante. No tengo problemas de salud salvo alguna alergia estacional, soy afortunado en ese aspecto. Sin embargo, algo que le ocurre a una parte importante de la población sin que muchas personas lo sepan son síncopes vagales, que hace que durante unos minutos tu tensión arterial descienda repentinamente y el sistema cardiovascular, para compensarlo provoca un aumento de la frecuencia cardiaca, una taquicardia. Por este motivo, desde hace años soy usuario acérrimo del Apple Watch.

¿Cómo sucedio?

Pues bien, en plena ruta y a la hora de estar practicando deporte a un ritmo cómodo hice una parada para tomar una fotografía y esperar a un compañero. Al volver a emprender la marcha se conoce que pillé el cuerpo con el pulso cambiado y me sobrevino una bajada de tensión, (yo suelo tener la tensión arterial tirando a baja) y de repente el pulsómetro empezó a marcar valores cada vez mayores y empecé a notar el corazón latir muy rápido, tan solo unos segundo. Pude comprobar en la pantalla del pulsómetro que siempre llevo puesto valores de 236 pulsaciones por minuto, el máximo que he visto hasta la fecha.

¿Qué hice?

  1. Sabiendo que es algo que puede ocurrir y teniendo experiencias previas (esta no era la primera ocasión), me aparte, busqué un lugar donde poder reposar unos minutos hasta poder emprender de nuevo la marcha.
  2. Bebí algo de agua con sales para reponer líquidos y electrolitos, cuando el pulso volvió a ser normal, pasados un par de minutos, utilicé el Apple Watch para hacer un electrocardiograma sinusal y comprobar que el ritmo cardíaco era normal.
  3. Al ver que estaba todo en orden, pulso y ritmo cardíaco, continué la marcha a un ritmo tranquilo, que en caso de repetirse el suceso me diera tiempo a detenerme con seguridad y en tal caso, de no encontrarme bien, llamar para que me recogieran, también con el Apple Watch celular claro 🙂 .

Lo más importante

Mantener la calma es primordial, no me asusté en ningún momento debido a anteriores experiencias. Tampoco perdí el conocimiento ni tuve ningún síntoma que me pudiera preocupar, ni dolores de cabeza, mareos, nauseas, nada. Eso y la tranquilidad de saber que estaba todo en orden, me permitió seguir disfrutando de una mañana de deporte y naturaleza.

En caso de haber detectado cualquier otro síntoma o parámetro que no fuese correcto, hubiera llamado sin dudarlo para que me prestasen asistencia. Por este motivo, herramientas como el Apple Watch son una inversión muy recomendable.

fransaiz.com