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Hoy toca hablar sobre los efectos curativos del deporte, que si bien, es un tema que genera cierta controversia y muchas dudas creo que merece la pena dedicarle unos minutos para descubrir cómo convertir el entrenamiento en un aliado a la hora de recuperarse de un catarro, una gripe o similar.

los efectos curativos del deporte ¿Qué pasa cuando tenemos catarro, gripe o cualquier otra afección?

Pues lo que ocurre cuando tenemos algún síntoma de estar enfermos es muy sencillo de entender, el cuerpo humano se defiende, pone en alerta al sistema inmunológico y le confiere la tarea de proteger al cuerpo y volver a la normalidad. Para ello, se ponen en marcha varios mecanismos de defensa que actuarán más o menos rápida y efectivamente para contra-restar la enfermedad.

¿Hacer deporte puede ayudarte o perjudicarte para recuperarte de una enfermedad?

Como todo en esta vida, las cosas en su justa medida son buenas, cuando abusamos por lo general nos devuelven el efecto inverso de lo que pretendemos conseguir.

Partiendo de la base que hacer ejercicio es bueno, hemos de matizar que siempre que se realiza un ejercicio, éste castigará nuestro cuerpo en mayor o menor medida en función de la intensidad y duración con la que se practique. Esto quiere decir, que los efectos curativos del deporte vendrán dados en aquellas intensidades y duraciones en las que no se genere un sobre-stress al sistema.

Queda totalmente fuera de cualquier recomendación practicar deportes de alta intensidad mientras tenemos alguna sintomatología o enfermedad aun tratándose de un simple catarro, pues supondría un perjuicio mucho mayor que la esperada ganancia. No se recomienda realizar un deporte que tenga una exigencia anaeróbica o aeróbica elevada pues estaríamos provocando un estrés considerable a todo el cuerpo y poniéndolo en una situación comprometida que nos haría perder más que ganar.

los efectos curativos del deporte Para poder disfrutar de los efectos curativos del deporte, lo primero que debemos de entender es que si sometemos al cuerpo a una intensidad de trabajo leve-moderado, activaremos todos los sistemas y favoreceremos que el aumento del flujo sanguíneo ayude a movilizar todos los agentes implicados en combatir cualquier enfermedad. Resulta tan sencillo como ejercitarse aeróbicamente en un rango de intensidad entre el 50% y 60% como si de una sesión regenerativa se tratara. De este modo, el sistema cardiovascular trabajará cómodamente, permitirá mover bien la sangre y hacer que los encargados de deshacerse de los virus y bacterias trabajen de forma más eficiente.

Un paseo o trote a un ritmo llevadero (que no te falte el aire), un paseo en bicicleta o un rato de piscina pueden ayudarte a aliviar los síntomas de la enfermedad y sobre todo a recuperarte mucho mejor. Evita hacer sesiones de pesas en el gimnasio, sesiones de alta intensidad o series pues te debilitarían todavía más.

¿Qué más efectos curativos del deporte puedes encontrar?

Los beneficios son múltiples, algunos son:

  • Una pronta recuperación ante cualquier síntoma gripal, catarral, etc.
  • Un mantenimiento en la forma para minimizar cualquier pérdida de tono.
  • Un fortalecimiento del sistema inmune y un restablecimiento de niveles más rápido.
  • Encontrarte mejor física y anímicamente para poder afrontar con mejor cara la recuperación y vuelta a la normalidad.

Así que aprovecha los efectos curativos del deporte para recuperarte, usa la cabeza pero sin comerte la moral. Piensa que cuando enfermas, la prioridad es recuperarte y has de emplear los recursos de que dispones para poder hacerlo.

Pruébalo y comenta que tal te ha ido en esta entrada.

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